Habla simplemente cuando sea necesario.
Piensa lo que vas a decir antes de abrir la boca.
Sé breve y preciso, ya que cada vez que dejas salir una palabra, dejas salir al mismo tiempo una parte de tu “chi”.
Nunca hagas promesas que no puedas cumplir.
No te quejes y no utilices en tu vocabulario palabras que proyecten imágenes negativas, porque producirá alrededor de ti todo lo que has fabricado con tus palabras cargadas de “chi”.
De esta manera, aprenderás a desarrollar el arte de hablar sin perder energía.
Texto taoísta.