Ver quemarse una varita de incienso no parece el espectáculo más absorbente del mundo, pero este vídeo te demostrará que una varita de incienso ardiendo, pero con un lente macro extremo y un micrófono de alta sensibilidad puede resultante tan relajante, como el mismo efecto puede darte el incienso mismo.
El resultado es casi como ver consumirse un tronco en una chimenea. A medida que se extiende el calor, el fuego hace hervir el agua del material creando burbujas diminutas que se evaporan al instante. Bajo la capa superficial de lo que ahora es ceniza, la brasa se va consumiendo a otro ritmo, dejándonos un espectáculo excelente para disfrutar ahora que hace frío.
En cuanto al sonido, el crepitar del incienso grabado con alta sensibilidad casi se asemeja al ruido de la lluvia.