Espectaculares luminarias, recogimiento, misticismo… Un año más, todos estos ingredientes vuelven a darse cita en uno de los principales festivales de otoño de la India, y por extensión, del calendario hindú. Éste no es otro que la popular fiesta de las Luces o Diwali, conocida también como Divali, Deepavali o Deepawali, y vigente a lo largo y ancho de todo el subcontinente asiático.
El Festival de las Luces de India tiene lugar el 15.º día de la quincena oscura del mes de kārttika, y cuya duración se prolongará durante cinco jornadas.
Aunque el Diwali tiene como imagen más emblemática las grandes composiciones luminosas realizadas con velas, existen otras tantas tradiciones ligadas a esta celebración. De hecho, es habitual estrenar una nueva prenda de vestir, compartir dulces típicos y llevar a cabo vistosos espectáculos pirotécnicos. Todo ello para recibir el año nuevo hindú y vibrar con una de las noches más participativas y animadas del año.
Desde el punto de vista religioso, el festival de las Luces conmemora la derrota del semidiós Narakasura a manos de Krishna (uno de los avatares del dios Visnú), circunstancia que propició la liberación de las 16.000 doncellas que el primero mantenía bajo cautiverio.
Asimismo, esta fiesta también rememora el retorno a la ciudad de Ayodhyā del príncipe Rāma tras vencer al temible Rāvaṇa, el rey de los demonios, poniendo fin así a un exilio de 14 años. Según reza esta sorprendente leyenda, los moradores de esta localidad colocaron numerosas lámparas sobre la muralla y los tejados para ayudar a Rāma a orientarse en la oscuridad. De ahí la hermosa costumbre de encender luces y velas.
No obstante, esta festividad no es sólo patrimonio del hinduismo. De hecho, el Diwali también es una jornada destacada para el jainismo, dado que evoca la llegada al nirvana de lord Mahavir, acaecida en el año 527 a.C. Los mismo ocurre en el caso de los sijs, quienes homenajean a sus gurús espirituales.